Libros al viento.

TEXTO LÍRICO 9.

Has llegado a tu casa,
y ahora, querrías saber para qué sirve estar sentado,
para qué sirve estar sentado
para qué sirve estar sentado igual que un náufrago
entre tus pobres cosas cotidianas
Sí, ahora quisiera yo saber
para que sirve el gabineta nómada y el hogar que jamás se ha encendido,
y el Belén de Granada
-el Belén que fue niño cuando nosotros todavía nos dormíamos
cantando-
y para que puede servir esta palabra: "ahora"
esta palabra misma: "ahora"
cuando empieza la nieve,
cuando nace al nieve,
cuando crece la nieve en una vida que quizás está siendo a mía,
en una vida que no tiene memoria perdurable,
que no tiene mañana,
que no conoce apenas si era clavel, si es rosa,
si fue azucenamente hacia la tarde.

Sí, ahora
me gustaría saber para qué sirve este silencio que me rodea
este silencio que es como un luto de hombres solos,
este silencio que yo tengo,
este silencio
que cuando Dios lo quiere se nos cansa en el cuerpo,
se nos lleva,
se nos duerme a morir
porque todo es igual y tú lo sabes.

Introducción.

Presentación común para la lírica.

  Podemos resumir el poema diciendo que en él se nos presenta a una persona en el silencio de su casa que ya no encuentra sentido a su vida.

  Externamente el texto se compone de 26 versos repartidos en dos estrofas, con un escalonamiento en medio al que me referiré al tratar cuestiones fonológicas. Internamente podemos considerar cuatro partes.

 La primera estrofa se corresponde con dos. En primer término una presentación del motivo del mismo, en su contexto: el individuo sentado en su salita; después nos encontramos con una reflexión, un cuestionamiento  interno que se desarrolla a partir de una  enumeración de elementos y circunstancias que rodean al sujeto del poema. La segunda parte se inicia en el verso 18 "Sí, ahora" y se centra en lo interior, el silencio y  el modo en que sel sujeto lo percibe, para conducir, a modo de cierre, con el último verso que vuelve otra vez a presentar al sujeto del poema desde fuera "tú lo sabes". Consideramos este desdoblamiento después al tratar el nivel pragmático.

Análisis de la elocución.

  Desde el punto de vista métrico, el poema es una sucesión de líneas peéticas fluyentes con un escalonamiento que acentúa el cambio en la estructuración interna, al que aludía anteriormente. No hay encabalgamiento sirremático, salvo en el verso 6 al 7. "Se ha encendido" El efecto rítmico se determina fundamentalmente por la intensa recursividad producida por la repetición de palabras y estructuras. "sí, ahora", "este silencio", "nieve", "cuando nace, empieza, crece", "que no tiene, no conoce", "se nos duerme"...etcétera.

 También produce un efecto rítmico la combinación del versículo largo y el corto o muy corto. Contrarresta, por ejemplo, el verso 17 y 18 unidos por encabalgamiento: "Sí, ahora/me gustaría saber para que sirve este silencio que nos rodea". Como el pensamiento, el verso fluye  y se detiene sobre una idea clave, obsesiva.

  En el plano sintáctico destacaremos la variedad de tiempos verbales que se puede asociar con los cambios en la deixis, la focalización y la relación emisor-destinatario del nivel pragmático: Quiero decir que el poeta ha buscado, deliberadamente, producir cambios de prespectiva que sitúen la imagen contemplada: la del anciano solo en su sala, esperando la muerte, desde ángulos distintos. Uno sería el interno, para el cual se emplea el subjuntivo: "Y ahora yo quisiera saber" y el condicional en una perífrasis que expresa deseo: "me gustaría saber", así como  el presente en deixis absoluta (yo, aquí, ahora): "Yo tengo". Otra perspectiva sería la externa, la voz poética se ve a sí misma desde afuera, el proceso de externalización se produce mediante el uso de la segunda persona: "Tú has llegado a casa", "Tú querrías saber", "Te gustaría saber". Finalmente, una posición inclusiva que dota al texto de un carácter más existencial y universalizador: "nosotros" (en oposición a dios, como una fuerza ajena a nuestra voluntad), experimentamos el declive. "se nos cansa el cuerpo", "se nos lleva", "se nos duerme a morir".

 Precisamente, esta perífrasis que acabo de citar, construye una imagen hiperbólica de extraordinaria fuerza, lo que nos conduce a considerar el plano semántico del poema. En este aspecto, una de las cuestiones más relevantes es, a mi juicio, el uso de la pregunta indirecta, retórica. El poeta se pregunta a sí mismo o a un posible oyente para qué sirven una serie de cosas: estar sentado, el gabinete y el hogar apagado, (símbolo probable de una familia inexistente ya, de la soledad); "la palabra ahora"(que simboliza el vivir, la sucesión de hechos novedosos que constituyan una vida que no tiene); "este silencio" (que se puede interpretar como la ausencia misma de respuestas, la incapacidad de comunicarse, incluso la invalidez de una comunicación con Dios, sustentada desde ese vacío existencial). La respuesta está implícita en el final del poema: no sirven para nada, "porque todo es igual y tú lo sabes". El autor o autora  del poema, busca desarrollar en el lector un proceso inferencial (WILSON), Desde el punto de vista pragmático, este lenguje se apoya en símiles. "sentado como un naufrago", adjetivaciones sorprendentes: "gabinete nómada" e imágenes y metáfora como la ya citada y la siguiente: "donde nace la nieve", para referirse a la vejez física o interior, a la depresión profunda que conduce la privación de un sentido a la vida. Por eso en la conclusión se dice: "porque todo es igual y tu lo sabes". No podemos obviar las referencias a las flores, símbolo por excelencia de la vida primavera como renacimiento de la vida. La nieve contrasta con este renacimiento de las flores hasta el punto de qu tcictal el sujete a  "apenas conoce si era clavel, si es rosa”, “si fue azucenamente hacia la tarde". Resulta especialmente llamativo el neologismo: "azucenamente" síntoma de una creatividad moderna, en  la que la realidad se construye con toda la libertad que pueda sustentar la imaginación poética.

INTERPRETACIÓN GLOBAL

En primer lugar, me gustaría destacar la presencia de temas constantes en la lírica, la muerte en vida, la vejez como acabamiento lento y sin sentido, la depresión como una forma de aniquilación del yo y del sentido de la vida. Ambas significaciones serían aceptables, aunque a mi juicio, la referencia a la nieve nos hace pensar más en la vejez, pero podría tratarse en todo caso de un símbolo de un estado interior  de envejecimiento con un tratamiento moderno. Su cosmovisión (Goldman) es la de un individuo que ha crecido en una sociedad fuertemente individualista, con acusado sentido crítico que le conduce a un estado de angustia existencial cercana al nihilismo, más allá de toda melancolía romántica (salvo la referencia al Belén  y la infancia) o de cualquier forma de consuelo religioso. La voz poética parece interpelarnos ¿Para qué sirve mi dolor, mi soledad, mi angustia ante la muerte, o mi resignación?. Intuimos que en ese estado de desolación vital, tampoco encuentra ya sentido en el pasado, al que no se refiere en ningún momento como posible fuente de valoración positiva.  En medio de todo, la imposibilidad incluso de reconocerse a sí mismo: "una vida que quizá está siendo la mía" Hay un grito de rebeldía que sustenta la voz poética, frente al silencio, el cansancio, la soledad y la muerte  solo su voz, capaz de sustentar el poema, da sentido  a su existencia, incluso como negación del mismo, ya que  quien suscribe su inutilidad y fracaso, es también capaz, paradógicamente, de escribir este poema. Y nosotros lo sabemos.



El texto es una parte de un poema más largo de Luis Rosales, perteneciente a LA CASA ENCENDIDA.

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